Lo principal para encontrar una rutina facial adecuada a nuestras necesidades, es saber cuál es nuestro tipo de piel y cuáles son las necesidades de ésta, valga la redundancia.
LA PIEL
La piel es una membrana, diseñada para proteger nuestro organismo de las agresiones medioambientales o externas. Es el órgano más grande del organismo y actúa como una especie de barrera, pero también participa en un gran número de actividades fisiológicas, ayudando a mantener la constancia del medio interno.(1) Consta de tres partes diferenciadas: epidermis, dermis e hipodermis.
La epidermis, la parte más superficial, está formada a su vez por diversos estratos o capas de células, el estrato corneo, es la última capa, está formado por la acumulación de celulas muertas y está recubierto de una capa hidrofílica, es muy importante que éste esté bien hidratado para que cumpla con su función de barrera protectora. El agua 'plastifica' la queratina presente en la piel y evita que ésta se deshidrate. La parte menos superficial de la epidermis ayuda a defender el organismo, regenerando la parte externa de la piel (keratogenesis) y aportando pigmentación a ésta (melanogenesis).
La dermis también realiza estas últimas funciones y participa en la termoregulación, la elasticidad y el mantenimiento de la piel.
La hipodermis principalmente tiene funciones protectoras y de reserva.(3)
TIPOS DE PIEL
A principios del s. XX, Helena Rubinstein, pionera de la cosmética por excelencia, clasificó la piel en cuatro tipos seca, grasa, mixta y sensible, con los años los avances producidos en dermatología han permitido valorar otros aspectos como la textura, la pigmentación o la elasticidad del cutis.
Si queréis saber cuales son las características de vuestra piel con todo lujo de detalles, lo mejor es que acudáis a un dermatólogo que medirá parámetros como el contenido de agua del estrato corneo, hidratación cutánea, con un Corneometer, la función de barrera de la piel, relacionada con la pérdida transepidérmica de agua, con un Teawameter, el contenido de sebo, sebometría cutánea, con un Sebumeter, la medición de arrugas, su profundidad, la elasticidad de la piel y el pH de ésta.(2 y 4)
Quiroga Guillot realizó una clasificación basándose, en las las secreciones que se vierten en la superficie cutánea, los tipos son los siguientes: piel eudérmica, grasa, alípica, deshidratada, hidratada y mixta. Si deseais informaros más sobre ellas echad un vistazo aquí.
Me gustaría destacar que la piel deshidratada no necesariamente tiene que ser seca, una piel puede ser grasa o mixta y estar deshidratada, una piel está deshidratada cuando el contenido de agua de estrato córneo es inferior al 10%. Una piel grasa pero deslipidada, sin la barrera hidrolipídica, por seguir una rutina de limpieza incorrecta o con productos demasiado agresivos, puede deshidratarse.
Pero desde un punto de vista cosmético el criterio utilizado para clasificar la piel, son las sensaciones que producen los diferentes tipos de piel, el estado superficial de ésta así como su apariencia. Esto nos lleva a la clasificación más típicamente conocida y utilizada piel normal, seca, mixta y grasa. Veamos las características de cada una.
Piel Seca
La piel está tirante, menos elástica, tiene una apariencia apagada y a menudo presenta descamaciones e incluso picores.
En este tipo de piel, es importante utilizar limpiadores suaves, huir del típico jabón jabón, y aplicar una hidratante que ayude a mantener la hidratación de la piel y que lleve diversos acondicionadores de la piel para que mejore el aspecto de ésta y elimine esa sensación de tirantez tan incómoda.
Piel Grasa
Se caracteriza por una secreción de grasa excesiva, las glándulas sebáceas producen sebo en exceso. Presenta un aspecto brillante, es untuosa al tacto, la capa de grasa es visible y palpable, y puede presentar sensibilidad. También suele presentar poros dilatados en nariz y/o mejillas, así como puntos negros y tendencia acnéica.
En este tipo de pieles es importante hacer incapié en la limpieza, que ayudará a controlar el exceso de sebo, pero tampoco se debe agredir la piel hasta el punto de deslipidizarla. Se debe usar una hidratante ligera que la proteja de las agresiones externas y ayude a mantener los poros limpios.
Piel Mixta
En este tipo de pieles coexisten exceso de sebo en la zona centrofacial, frente y nariz, o la llamada zona 'T' y sequedad y sensibilidad en mejillas. Combina las necesidades de los dos tipos de piel explicados anteriormente.
Piel Normal
La piel normal no tiene definición propiamente dicha, pero sería un balance correcto entre nivel de hidratación de la piel, nivel de sebo y que no presentaría ninguno de los problemas mencionados anteriormente. Esto no la exime de necesitar limpieza, hidratación y protección solar, como todas.
Por último quiero hablaros de la clasificación Baumann, The Baumann skin-type indicator (BSTI), que amplía la clasificación que realizó Helena Rubinstein en su momento. El método se basa en los siguientes parámetros de la piel: seca o grasa, sensible o resistente, pigmentada o no pigmentada, con tendencia a arrugarse o tersa. De cada uno de los parámetros se escoge uno, de tal forma que cada tipo de piel estará formado por cuatro letras, que se escogen a través de un cuestionario de 64 preguntas. En total hay 16 tipos diferentes de combinaciones y de tipos de piel.
Si tenéis curiosidad podéis realizar el cuestionario de manera gratuita aquí, os registráis, respondéis a las preguntas y al final obtendréis vuestro tipo de piel y las principales características de la misma, es cuanto menos curioso.
En mi caso, mi piel es OSNW (Oily, sensitive, non pigmented, wrinkled) Grasa, sensible, no pigmentada y con tendencia a arrugas.
Aprovecho para destacar que hay diversos grados de sensibilidad en la piel, por decirlo de algún modo, y diversos tipos de pieles sensibles, cuyo denominador común es la tendencia a la inflamación cuando entran en contacto con determinados elementos o agentes alérgenos. Por ejemplo según este test, mi piel es sensible, si bien es cierto que he podido tener algún episodio de reacción alérgica o hinchazón, y en ocasiones presenta rojeces, mi piel dista muchísimo de ser una piel por ejemplo con rosácea o que deba huir de cosméticos con perfumes o algo así.
En cuanto a la pigmentación y tendencia a arrugas, una piel no pigmentada será menos proclive a que su piel sufra despigmentaciones o manchas indeseadas, una pigmentada tenderá a lo contrario y suele presentar muchas pecas. En mi caso tengo varios lunares, en cuerpo y cara, pero no pecas, la tendencia o no a arrugarse está relacionada con los hábitos de vida y con la exposición solar, el protector solar es vuestra mejor arma para luchar contra el fotoenevejecimiento de la piel. Al parecer mi piel tiene tendencia a arrugarse, de momento no tengo arrugas, mal iríamos, alguna que otra línea de expresión, pero nada fuera de la normalidad, pero es cierto que mi piel se pone roja en seguida si le da el sol y que me cuesta mucho ponerme morena, también porque uso mucho protector solar, por miedo a quemarme.
En resumen para mi tipo de piel Baumann me recomienda, protector solar, retinoides, antioxidantes y agentes antiinflamatorios.
Las características de cada tipo de piel pueden variar con los años y en función de las condiciones climatológicas y fisiológicas que experimente cada individuo. Cada piel es un mundo, pero en general los principales pasos de cualquier rutina facial son simples limpiar, hidratar y proteger del sol. De eso hablaré en la siguiente entrada de rutina facial.
Fuentes utilizadas
1 'Síntesis y caracterización de geles como vehículos de Meloxicam y Acetato deVitamina E de aplicación tópica terapéutica y cosmética' Universidad de Granada. Facultad de Farmacia
2 Clinical Scoring and instrumental analysis to evaluate skin types ( El enlace es del extracto)
3 Handbook of Cosmetic Science and Technology, third Edition Ed. by: André O. Barel; Marc Paye; Howard I. Maibach
4 Radiofrecuencia monopolar Capacitiva / Resistiva de 0,5 MHz en el envejecimiento cutáneo facial